Casa Terror 2010

Para este año, los de Alfajarín nos presenta para su Casa del Terror una clínica muy especial. Los pacientes de esta clínica sufren toda clase de desequilibrios, pero ¿no serán mayores los desequilibrios de los que nos creemos cuerdos? Para evitar disturbios entre las visitas mientras esperan su turno de entrada, la clínica cuenta con un cuerpo de seguridad que con efeciencia cumplen con su misión.


Las visitas antes de entrar en el reciento deben pasar por el detector de metales, no está permitida la entrada de armas y objetos punzantes. Mientras, los pacientes menos conflictivos paseaban por el jardín ajenos a lo que sucede al otro lado de las altas tapias del jardín. Hay que ver lo que les relaja una fuente que mana.................. ¡¡sangre!!

Alguna enferma se pasea con su rata, otros van de gala siempre dispuestos a evadirse o los hay que tienen a mano un verde prado que segar todos los días. El director de la clínica y su ayudante reciben a las visitas. Las recibe en el jardín donde les pide perdón por hacerlo en dicho lugar en vez de la entrada principal ya que unos problemillas con Hacienda lo impide.


Mientras están solos los pacientes, únicamente viven en su mundo, pero al oír voces desconocidas todos acuden hacia las caras desconocidas. Hasta un paciente muy especial se lanza en tirolina para acercarse a conocer a esos desconocidos. Un tanto asustadas las visitas siguen al director hasta la puerta donde creen estar a salvo. En cuanto las visitas desaparecen, los pacientes se calman y vuelven a su eterna monotonía. Unos jugando con la pelota que nunca encuentran, otras paseando con su paraguas siempre vuelto ya que siempre llueve hacia arriba. No podemos despistarnos del que quiere decapitar la rata con su pequeño cuchillo, mucho más pacífica parece la madre con su hija.


Dentro de la clínica, el director les explica las diversas salas donde se encuentran los pacientes. De nuevo les pide disculpas, ya que por un olvido sin importacia carecen de luz y la visita deberán hacerla únicamente ayudamos por la poca luz de su linterna. Pero no tienen que preocuparse, ninguno de los pacientes les hará nada, tal vez únicamente intenten asustarles. El sonido de un pozal cayendo por la escalera, le interrumpe. ¡No sabes limpiar! le increpa a la laboriosa paciente, ella le responde que sí, ¡Sí sé limpiar!
Nada más entrar se observa al fondo del pasillo como un enfermero traslada a un paciente. Un tanto inquietante la forma en la que lo lleva, así como la camisa de fuerza y la careta. En la primera sala se encuentran los pacientes que han vuelto a su infancia, transquilos juegan con sus muñecas y tratores, pero.............


¡Cuidado!, a pesar de su tierna apariencia no debes tocar sus juguetes, ni aún en el caso de que te los ofrezcan. En ese mismo momento dejan escapar a los seres infernales que llevan dentro y únicamente la presencia del enfermero logra calmarles.

La segunda sala es la capilla de la clínica, capilla de la que se han apoderado un estraño fraile que tiene como feligresas a dos mujeres que quiere rescatar de la mala vida. Si eres hombre, mejor que estés atento. ¡Huelen la carne fresca!Algunos enfermos deben quemar calorías para calmar su demencia, para ello se le ha adaptado una sala como gimnasio. Pero no todos ellos utilizan correctamente los aparatos
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Llegamos a la sala donde están los pacientes más peligrosos. En libertad han cometido las fechorías mas sangrientas y brutales; alguno se cree Papa Noél pero en vez de ir con sus renos a llevar juguetes por Navidad a los niños, se los come. ¡No a los niños! ¡a los renos!  Otro se hace amigo de sus suegras para matarlas, después hace lo mismo con sus mujeres. Más peligroso es el violador de camioneros de la Z-30; casi le iguala ese que se cree el Hannibal de Alfajarín, que en cuanto logra zafarse de la careta va dando dentelladas buscando saciar su hambre. Otros, ya hace días que olvidamos sus fechorías, pero ahí siguen atados con recias cadenas.


Están bien sujetos, pero cuidado, en cuanto te descuidas logran zafarse y atacan. ¡Siempre atancan! Hay ocasiones en que se hace necesario el avisar a la seguridad para que logre reducir a los enfermos.  El la quinta sala se les administra a los pacientes un tratamiento experimental, el ¡electroshoks! El director de la clínica ofrece a los invitados el recibir una dosis de este tratamiento, mientras lo reciben dos de los pacientes.


En la última de las salas, los pacientes pacíficamente ven la televisión. Los dibujos animados caman su ansiedad.La cosa cambia cuando les cambian de canal.

La visita finaliza y los pacientes del jardín salen a despedir a las visitas. Todos les piden que se queden pero ninguno quire quedarse, por mucho que les insistan y les ofrezcan a sus mascotas como regalo.¡Vaya con la seguridad, abandonado la sala la primera!


A los enfermos siempre les llaman la atención los pequeños, tal vez él quisiera quedarse pero su madre no lleva esa intención. Con alborozo despiden los enfermos a las últimas visitas, alguno intenta escaparse pero el ayudante del director siempre lo impide. La calma llega a la clínica, los pacientes vuelven a su monotonía.


Para finalizar una fotografía del grupo al completo. La clínica se cierra por este año, ya es hora de guardar caretas y disfraces. Otro año más que este grupo de alfajarinenses han puesto toda su imaginación y humor para hacernos pasar un rato inolvidable. Después de tres días, sus gargantas se habrán resentido, pero seguro que ya maquinan nuevas escenas para sorprendernos y atemorizanos el año que viene. Por mi parte, gracias, y nos vemos para el Belén.

Octubre-2010 Manuel Bernal

En caso de que quien salga en estas fotografías no esté de acuerdo en aparecer, le ruego me lo comunique por 
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