Jesús entra en Jerusalén.

Alabarderos en formación, junto a ellos bombos, tambores y trompetas.  Llega el paso de la burrica, pórtico de la Semana Santa, días de sufrimiento y alegría.

Estandarte en lo alto, los cofrades atentos. Un toque seco abre el camino de gloria, entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.  Los ancianos le despiden desde la residencia, húmeda nostalgia de otras Semanas Santas.

Escoltado por los alabarderos el paso entra en la Iglesia de San Miguel Arcángel, en las manos de los alfajarinenses ramos de olivo que pronto colgarán de ventanas y balcones.