Viernes de Dolores


Sufre la Virgen, dolor de madre, su hijo va a morir.  Los cofrades la acompañan en su Vía Crucis.  Viven un momento muy especial, a hombros sacan de la Iglesia al Cristo de la Piedad, muchos años clavado en la pared, como lo hacían sus padres en épocas de sequía.

Bombos y tambores apagan el silencio de la noche, la Cruz de Guía abre camino que los cofrades van recorriendo.  Todos juntos, hombres y mujeres, abrazando el madero se enorgullecen de poder llevar a su Cristo.

Decimotercera estación, Jesús es bajado de la Cruz, poco falta para recoger al Cristo.  Unas gotas de agua caen, lágrimas del cielo.  ¡¡En verdad que algo tienen este Cristo Crucificado!!

Manuel Bernal