Os quiero presentar una vieja olivera, tan vieja que tiene nombre propio, se la conoce como Royera [de] Nadal. Royera por el color pardo rojizo de sus olivas maduras y Nadal ya que se asienta en el paraje denominado como Demba (1) de Nadal. Para llegar hasta ella deberemos acercarnos al pueblo de Colungo, en el Somontano de Barbastro. A unos 500 metros antes del pueblo se encuentra la Royera de Nadal. ![]() Se trata de un olivo de grandes dimensiones, sobre 8,70 metros de altura y con una circunferencia en la base de 13,70 metros. Uno de los árboles singulares del Alto Aragón. Crece en un terreno particular, entre almendros y olivos jóvenes, dando todos los años una buena cosecha de olivas. Dicen que tiene más de mil años, que la plantaron los árabes. Mientras me acerco a la olivera dejo que mi imaginación me traslade hasta las cruentas batallas entre moros y cristianos que por aquí se produjeron y de las que ella debió ser testigo. Al llegar junto a ella, instintivamente le pregunto si recuerda estas batallas. - “No sabría decirte con exactitud, mis mayores me contaron que nos trajeron a estas tierras los árabes allá por el siglo VIII. Me decían que los humanos ya nos conocían desde tiempos antiguos, que fueron los fenicios quienes trajeron el olivo al sur de Hispania y que los romanos consideraban pueblos bárbaros a todos aquellos que utilizaban grasas animales para elaborar la comida. Por ello importaban gran cantidad del aceite que se producía en la Bética”. ![]() Con orgullo me señala que los árabes los consideraban como árboles benditos y que el aceite simbolizaba la luz. - “Éramos tan esenciales para los árabes que mientras conquistaban la Península nos llevaban con ellos. Que además de utilizar el aceite con fines medicinales lo usaban como condimento para los alimentos. Ellos no podían sazonar la comida con grasas animales que consideraban impuras como la del de cordero, y ni mucho menos con la del cerdo, tal y como hacían los cristianos que preparaban platos de “Cristiano Viejo” como las migas. Lo que sí recuerdo con seguridad es cuando a mediados del siglo XI Sancho Ramírez reconquistó estas tierras. Con el tiempo los cristianos también llegaron a amarme y me cuidaron. En tiempos de los Reyes Católicos más de cuatro millones de olivos fueron plantados en Castilla y Andalucía. En este siglo XVI se dejó de usar la grasa animal por parte de los cristianos siendo sustituida por el aceite, tal vez porque pensaban que las grasas animales favorecían la aparición de la lepra”. ![]() Pasaron los siglos y con ellos fue creciendo la olivera de Nadal, su tronco alcanzó tal tamaño que permitió formarse una pequeña oquedad donde refugiarse una persona ante las inclemencias del tiempo, que hoy ha sido tapada con unas piedras. También vinieron años difíciles, pero ella siempre supo rebrotar y volver a regalarnos sus aceitunas. - “¡Qué menos podía hacer por quienes me han cuidado durante estos siglos, y todavía lo hacen. No hace mucho levantaron unos muros para proteger los taludes que me rodean!” Me dijo. - Es hora de dejarte, volveré. - “Aquí me quedo, pero esta vez no tardes otros diez años en volver”. - Te lo prometo, le contesto en voz baja mientras abro el coche. Cuando tomo la carretera camino de Alquézar me viene a la memoria lo que el arqueólogo José Luis Ona me comentaba años atrás: “Si superpones el mapa de la conquista de la Península por los árabes con el del cultivo del olivo, puedes ver que prácticamente coinciden”. Manuel Bernal. Diciembre 2012 (1) En el Somontano de Barbastro, campo llano, de buena tierra, propio para el trigo y en las proximidades del pueblo. Pedro Arnal Cavero, vocabulario del alto-aragonés (de Alquézar y pueblos próximos). ![]() Para saber más: http://sanchezgarrido.wordpress.com/el-olivo/el-olivo-un-arbol-para-la-historia/#cap2 http://www.redaragon.com/turismo/naturaleza/arboles_singulares/1311_guia.asp |
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