Belchite Viejo, ruinas que reflejan los efectos de una bárbara guerra. De su estado no sólo es culpable la guerra civil; el expolio, el deterioro por el paso del tiempo e incluso algún rodaje del cine han contribuido a ello. Toda la guerra es injusta, cruel y salvaje que nos degrada en nuestra condición humana; aflorando nuestros instintos más básicos. Crueldad que todavía es más perversa cuando sus efectos perduran durante décadas. Unos en los altares y los otros quieren que sigan olvidados en las cunetas. Por un día en que todos los hombres, vivos o muertos, tengan los mismos derechos y obligaciones. El Convento de San Rafael perteneció a la Orden de las dominicas y fue construido en el siglo XVIII. Sirvió de escuela de las niñas y los párvulos de la población posteriormente. Convento de San Agustín. Esta orden de los agustinos se estableció en Belchite a fines del siglo XVI, de planta de cruz latina destaca en su interior la decoración barroca con estucos y esgrafiados, y en el exterior su torre. Tras la guerra civil sirvió de parroquia hasta el traslado de la población al pueblo nuevo. |
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