Es 11 de octubre y con los primeros claros del día iniciamos el camino de Estós para triar las vacas. Otro verano se ha ido y las hojas de los avellanos, abedules y hayas nos anuncian que el otoño ya está entre nosotros y con él llegarán las primeras nieves. Es preciso mover los animales a prados más bajos donde pasar el invierno, y para ello cada ganadero deberá separar sus animales del resto del rebaño, a esto se le denominar triar. ![]() Durante la primavera las vacas han pastado libremente por Vallibierna, Llauset y Remuñe, y llegado el verano los ganaderos las han separado: las preñadas y novillas a la zona de Pllan del Hospital y los toros con las que están criando a Estós. El día de antes de triar los ganaderos han bajado todos los animales hasta la cabaña de Turmo. Allí se encierran en el corral para comenzar la faena, al igual que se hacía a comienzos del siglo XX. Con un orden establecido, los ganaderos con menor número de cabezas comienzan a triar e inician el camino de vuelta. Llega el turno de triar el resto del ganado, las vacas adultas ya saben de que va y sin apenas oposición se acercan dócilmente a su corral. ![]() Las novillas no están dispuestas a dejarse encerrar sin lucha, obligando a los ganaderos a ir tras ellas. Comienzan las primeras carreras e improperios, los más en patués y alguno en castellano, al final aparecen los tochos (varas de avellano). - Esa, deja entrar la del crotal blanco. - ¿La de cuernos? - No, esa no. ¡¡¡La que va detrás!!! Al final o entran las dos, o ninguna de ellas y vuelta a repetir la faena. ![]() - ¡¡ La 46, deja pasar la 46 las otras nooooooooooo!! - ¿46? No veo ningún crotal con el 46 - La del medio, la 46 ¿pero no conoces las vacas ni de cara? - Ni de cara ni de culo. ¿Es la que tiene un ternero? - Esa, y deja entrar también al badiello, no dejes pasar al resto. Poco a poco, no sin esfuerzo, cada ganadero por fin tiene triadas sus vacas. Es hora de bajar, por delante irá uno marcando el ritmo del ganado y tras él otros lo irán tocando para que no se pare e impedir que se vuelva algún animal, ya que detrás vienen los otros rebaños. En los prados cercanos a Benasque cada uno ha ido cercando con anterioridad el suyo para encerrar al ganado donde pasará la noche. Mañana es el Pilar y se celebra la Feria del Ganado donde cada uno llevará sus mejores ejemplares. ![]() Los días se van acortando y las nieves obligan a recoger al ganado. El invierno se hace largo y pesado, hay que darles de comer con la hierba recogida durante el verano. Los días se suceden con lentitud y todos ansían –ganaderos y animales – que llegue la primavera para poder pastar libremente. Ya falta menos para otro 11 de octubre. Manuel Bernal Con mi agradecimiento a Juan Manuel Lamora “Manolet” y sus hijos, sin ellos no hubiera disfrutado de esos días. |
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